5 peces indispensables en el acuario marino
En este artículo vamos a hablar de 5 peces indispensables en un acuario marino. Aunque hay multitud de especies muy adecuadas y espectaculares para el acuario marino, hoy les traigo algunas de las especies que yo considero que no pueden faltar y los motivos de esto.
Hay que tener en cuenta que la elección de los peces dependerá de las condiciones del acuario, los litros con los que se cuenta, la presencia o no de corales y además el tipo de peces que ya habiten en el acuario y sus compatibilidades, por eso, esta vez me centraré en especies aptas para un acuario con corales.
Por supuesto, en este artículo vamos a generalizar sobre el comportamiento y mantenimiento de ciertas especies, pero como todo, las generalizaciones no siempre puede que se cumplan, y puede que al elegir un ejemplar de una determinada especie que normalmente se caracteriza por ser pacífica, te toque la “oveja negra” del grupo y resulte ser inusualmente agresivo, o viceversa, pues eso es lo bonito de estos animales, que a pesar de compartir características comunes entre mismas especies o incluso familias, cada individuo tiene su propia personalidad, y puede exhibir ligeras modificaciones de comportamiento.
Aclarado todo esto, veamos algunos de las especies que desde mi punto de vista son de especial interés a la hora de mantener un bonito acuario marino.
Ctenochaetus strigosus
Estrenamos la lista con uno de los peces que no puede faltar en un acuario de arrecife. Este pez es adecuado para un acuario a partir de 300L y mientras la mayor parte de la fama se la lleva su pariente el Cirujano amarillo (Zebrasoma flavescens) debido a su color amarillo intenso más llamativo o incluso su primo el Cirujano de velo Zebrasoma desjardini por su bonita librea, el C. strigosus de aspecto más sobrio, para mí es una mejor elección, pues en acuarios alcanza menor tamaño (18 cm aprox.) que Z. flavescens (hasta 20cm aprox.) y Z. desjardinii (hasta 40 cm aprox.).
Es un pez con una personalidad muy alegre y normalmente siempre se lleva bien con las demás especies (excepto con ejemplares de su misma especie, o incluso otras especies de cirujano) y suele dejarse ver mucho, siempre danzando entre piedras y corales en busca de alguna acumulación de algas que pueda ramonear, y este es otro de los motivos de su elección. Este pez es omnívoro y de carácter voraz, por lo que no hará ascos a ningún tipo de comida, pero lo ideal es que siempre está raspando la roca y cristales con sus pequeños dientes en busca de materia vegetal, por lo que es un estupendo controlador biológico de algas, más efectivo incluso que su pariente Z. flavescens.
El último de los motivos por los que recomiendo este pez es su resistencia. El cirujano amarillo (Z. flavescens) tan apreciado por la gente es un pez con un sistema inmune muy delicado, y si existe alguna perturbación de parámetros en el acuario, siempre será uno de los primeros en resentirse y enfermar. Sin embargo, C. strigosus es un pez muy resistente que se adapta bien a distintas fluctuaciones de parámetros y en general a los devenires del acuario de arrecife.
Pseudocheilinus hexataenia
El pequeño lábrido de seis líneas es un habitante ideal e indispensable en todo acuario marino que se precie. Sus llamativos colores y bonita forma hablan por sí solos. Su cuerpo lo recorren seis líneas naranjas sobre una coloración azulada-violeta, mientras sus aletas se funden en un color verdoso-turquesa que le dan un aspecto muy colorido. Además, es un pez de pequeño tamaño que en estado adulto no supera los 10 cm en los machos y 7.5cm aprox. en las hembras, por lo que es ideal para una gran variedad de acuarios, siempre mejor a partir de 80L.
Presenta un comportamiento activo, pero tranquilo, siempre explorando todos los recovecos de las rocas en busca de comida, y aunque suele ser de carácter tímido, mi experiencia con ellos me ha demostrado que con el tiempo se va dejando ver más por todo el acuario, cogiendo confianza y abandonando poco a poco sus refugios entre los recovecos de las rocas. Además, es un pez que se lleva bien con todos los habitantes del acuario, pudiendo incluso convivir con otro ejemplar de su misma especie, siempre que el acuario sea lo suficientemente grande y ambos ejemplares cuenten con sendas zonas de cuevas y escondites donde puedan mantenerse alejados el uno del otro.
Por último, lo que lo hace indispensable en el acuario de arrecife es su tipo de alimentación. Este lábrido es carnívoro y extremadamente voraz. En la naturaleza es un incansable depredador que se alimenta de pequeños crustáceos, gusanos etc, y en el acuario no dudará en alimentarse de la microfauna que se albergue en las rocas, acabando en muy poco tiempo con posibles plagas que tengamos como planarias y otros parásitos que puedan tener nuestros corales, por lo que es un excepcional controlador biológico de plagas de invertebrados. Por esta misma razón, no se aconseja juntarlo con pequeños invertebrados ornamentales, pues podrían comérselos. Aunque acepta muy bien todo tipo de alimentos (en especial el congelado), si el acuario dispone de roca con suficiente microfauna establecida, la adaptación del pez será muy buena y no necesitará mucho aporte de alimento extra.
Acreichthys tomentosus
Este no es un pez especialmente llamativo, aunque sí muy curioso y variopinto por la extraña forma de su cuerpo y su peculiar forma de mantenerse a flote en el acuario, que le dan un aspecto de hoja a la deriva. El A. tomentosus es muy camaleónico, capaz de cambiar sus patrones de color e incluso la textura de su cuerpo extendiendo pequeñas protuberancias y apéndices que le dan un aspecto de alga, para camuflarse con su entorno. No suele superar los 12 cm y no es un nadador muy activo, por lo que es ideal para acuarios a partir de 100L.
Es un pez muy pacífico y algo tímido, y no duda en cambiar rápidamente de color para mimetizarse con el fondo cuando se siente amenazado. Sin embargo, se lleva bien con todos los habitantes del acuario, aunque evitará asociarse con peces muy activos y rápidos, prefiriendo estar en zonas tranquilas donde pueda explorar en busca de alimento.
¿Más motivos para recomendar este pez? Su alta resistencia. Es una especie fuerte, resistente a cambios de parámetros y de fácil adaptación a todo tipo de acuarios, y aunque en su aclimatación algunas veces suele presentar problemas de hongos en la piel por una bajada de defensas creada por el estrés, la verdad es que se recupera bastante rápido.
Por último, si aún no te han convencido esos ojitos saltones que miran fijamente, tengo algo más que puede convencerte… el A. tomentosus es un excelente depredador, con visión de 360 grados que se alimenta entre otras cosas de la microfauna que encuentra en la roca, como pequeños crustáceos, anfípodos, gusanos y ¡Aiptasias! Sí, es un excelente depredador de estas molestas anémonas que se convierten en plaga y llegan a matar a corales en el acuario, por lo tanto, es un excelente controlador biológico de Aiptasias.
Pterapogon Kauderni
No presenta una coloración tan llamativa como a la que nos tienen acostumbrados otras especies tropicales, pero el P. Kauderni, o cardenal de Banggai con su bonita forma, sus largas aletas y su patrón de rayas negras sobre fondo plateado es una joya perfecta para todo tipo de acuarios marinos. Alcanza una talla máxima de 8 cm por lo que podemos mantenerlos incluso en mini reefs, aunque si queremos mantener un pequeño grupo de éstos para potenciar su vistosidad, se pueden mantener en acuarios a partir de los 100L (una pequeña pareja) o 250L (varios individuos).
Es una especie gregaria que vive en pequeños grupos, y por lo general muy pacífica con otras especies. Si los mantenemos en pareja es muy común observarlos siempre juntos, sin separarse el uno del otro, e incluso pueden llegar a desovar (aunque la supervivencia de las crías en un acuario comunitario es casi nula). Siempre suelen nadar a media agua, y ocasionalmente buscan refugio entre ramas de corales duros e incluso entre anémonas o las púas de erizos, si los hay en el acuario.
Su presencia no puede faltar en ningún acuario marino pues aportan mucho movimiento en las zonas superiores de la columna de agua y una armonía sin igual. Además, hoy en día todos los cardenales de Banggai están criados en cautividad, lo que contribuye a la sostenibilidad y recuperación de su hábitat natural, que en tiempos pasados sufrió un gran desgaste debido a la extracción masiva de estos peces para acuariofilia.
Cryptocentrus cinctus
Por último, vamos a terminar con un pez para la zona baja del acuario. El C. cinctus, también conocido como Gobio vigilante, es un pez de la familia de los gobios, que nunca pueden faltar en un acuario marino en condiciones. Aunque existen muchos tipos de gobios, a cuál más impresionante y llamativo, la verdad es que el Gobio vigilante es una de las mejores elecciones que puedes hacer de entre todas las demás especies, siempre que cuentes con un lecho de sustrato adecuado al que se pueda acomodar. Este pez tiene una coloración amarilla con pequeños puntitos blanco-azulados que le dan un aspecto fresco y vistoso, aunque a veces pueden presentar una coloración un tanto más oscura en ciertas ocasiones. Alcanza una talla máxima de 10 cm, aunque normalmente nunca llega a superar los 7 cm, y no requieren grandes volúmenes de agua, por lo que cualquier acuario a partir de 60L sería ideal. Aunque se pueden mantener en pareja, es preferible que si no estamos seguros de que sean hembra y macho no juntemos a varios ejemplares, pues el dimorfismo sexual es casi inexistente y es difícil determinar con exactitud el sexo, y ejemplares del mismo sexo pueden llegar a pelearse por el territorio.
Es un pez simpático que se encontrará siempre asociado al fondo del acuario metido en una cueva creada en el sustrato o entre las rocas. Se lleva bien con todos los demás habitantes del acuario, a excepción de aquellos que rivalicen con él por el territorio, como otros gobios en un acuario sin el suficiente espacio. Además, es pacífico con corales y otros invertebrados, y lo interesante de este pez es que suele asociarse con ciertos camarones del género Alpheus (camarones pistola), manteniendo una curiosa relación a la que ya le hemos dedicado un post en nuestra revista, y siempre suelen dejarse ver pegados a ellos compartiendo guarida. El camarón le construye cuevas y las mantiene limpias y el Gobio protege al pequeño ayudante.
Si esta curiosa asociación no te parece suficiente aliciente para tener a este pez en el acuario, tengo que decir que también es un pez muy resistente y nada exigente con la calidad del agua. Además, al ser omnívoro y estar asociado al fondo del acuario, mantiene el sustrato limpio al alimentarse de los restos de comida que se van depositando en él, pero no se come exactamente la arena, lo cual es una ventaja pues las especies que se alimentan de esta forma suelen escupir luego la arena, pudiendo tirarla sobre corales y las rocas del fondo, como el caso de distintas especies de Valencianea (también conocidos como gobios areneros), o pueden morir de inanición por agotar rápidamente el alimento si no cuentan con una arena suficientemente rica en microfauna, como el caso de algunos otros gobios del género Amblygobius, que tienen un apetito insaciable. Por estas razones, de entre toda la selección de bonitos y llamativos gobios que existen para un acuario marino, el Gobio vigilante es mi elección segura.
Y hasta aquí mi selección personal de 5 de los peces que no pueden faltar en un acuario marino. Espero que hayan disfrutado del post y quién sabe, quizás algún día decidan escoger uno o varios peces de esta lista y disfrutarlos tanto como yo en el acuario.