Cambiar la roca de tu acuario marino
Las rocas en el acuario marino son un elemento vital tanto en nuestro paisaje como en la salud del sistema, pues actúan como filtro biológico albergando en su interior a millones de bacterias nitrificantes que son las encargadas de depurar el agua y a mucha microfauna que sustenta los primeros eslabones de la cadena alimenticia. Sin embargo, muchas veces la elección de una roca inadecuada, la mala colocación de una estructura o plagas como algas y dinoflagelados, hace que a veces sea necesario sacarlas del acuario para limpiarlas, moverlas de lugar o incluso reemplazarlas por otras rocas más adecuadas.
En este artículo explicamos un método para llevar a cabo un cambio integral de roca en nuestro acuario marino, minimizando lo máximo posible todos los riesgos asociados con este.
CONSIDERACIONES
Anteriormente ya dedicamos un artículo sobre realizar un cambio integral de sustrato en el acuario marino (https://www.coralesymarinos.com/como-cambiar-el-sustrato-de-tu-acuario-marino/), y tal como avisamos en él, las consideraciones a tener en cuenta antes de realizar cualquier cambio en el sistema son varias:
- Debemos saber que cualquier cambio que hagamos en nuestro acuario puede generar cambios en sus condiciones de equilibrio y parámetros. El grado de variación de ese estado dependerá de la magnitud del cambio.
- Un cambio de roca, siendo esta una estructura vital del filtro biológico del acuario, supondrá una pérdida de colonia bacteriana nitrificante y un debilitamiento del filtro biológico que deberemos tener muy en cuenta y reponer lo antes posible.
- Dependiendo de la magnitud del cambio de roca, se puede valorar si realizar la maniobra sacando a los peces del acuario o dejándolos dentro. Siempre debemos valorar la magnitud del cambio, los problemas que podrían ocasionarle a los peces en términos de estrés dentro del acuario y si compensa o no hacerlos pasar por un estrés de captura para sacarlos del acuario y meterlos en un acuario de “apoyo”.
- Cuando los cambios son inevitablemente grandes, nuestra recomendación siempre será intentar sacar a los peces y mantenerlos en un acuario de “apoyo”, libre del estrés y los peligros del proceso.
- Siempre debemos realizar los cambios con todos los dispositivos del acuario desconectados, incluidas las luces, que ayudarán en cierto grado a disminuir el estrés del proceso a los peces, en el caso de que estuvieran dentro del acuario durante el procedimiento.
- Es de vital importancia planificar y preparar todo previamente, así evitamos imprevistos que puedan poner en riesgo el proceso y evitamos tardar más de la cuenta.
PROCESO DE SUSTITUCIÓN DE ROCA
En caso de haber decidido cambiar de roca, es decir, retirar una cantidad de roca antigua del acuario (o toda) y reemplazarla por roca nueva, los pasos a seguir propuestos son los siguientes:
1º Decidir qué tipo de roca se va a utilizar:
Existen distintas opciones que proporcionarán unas ventajas u otras.
Podemos elegir roca viva:
- Pros: Nos aseguramos de estar reponiendo rápidamente toda la colonia bacteriana que hemos retirado con nuestra anterior roca, así como parte de la microfauna.
- Contras: Es más cara y dependiendo del lugar donde la adquiramos, puede venir con ciertas plagas y parásitos que estaremos introduciendo en el acuario.
Podemos elegir roca muerta:
- Pros: Más económico y nos aseguramos de estar introduciendo roca limpia, sin correr el riesgo de meter plagas en el acuario.
- Contras: El proceso de colonización bacteriana y de microfauna tardará más y el sistema tardará también en reponer parte del filtro biológico.
Podemos elegir roca muerta y ciclarla antes de introducirla al acuario:
- Pros: Nos aseguramos de estar introduciendo una roca con buena cantidad de bacterias nitrificantes en el sistema, y libre de posibles plagas.
- Contras: Proceso más laborioso que implica más tiempo.
2º Preparar la roca a cambiar:
Si hemos elegido roca viva, durante el proceso de cambio deberemos mantenerla en condiciones óptimas, esto es, húmeda o preferiblemente sumergida en agua marina, con buena aireación/oxigenación y buena temperatura. Esto se puede conseguir colocando la roca en un recipiente y agua de mar con una bomba de agua para mantenerla en movimiento y bien oxigenada y un pequeño calentador si fuera necesario.
Si hemos elegido roca muerta, durante el proceso de cambio deberemos lavarla muy bien y asegurarnos de quitar todo el posible polvo y demás suciedad que se haya podido depositar mientras estaba almacenada.
Si hemos elegido roca muerta y queremos ciclarla, bastará con lavar bien la roca y posteriormente colocarla en un recipiente con agua de mar, preferiblemente bajo los mismos parámetros del acuario donde va a ser introducida, y con buena oxigenación, para agregarle luego algún producto de bacterias nitrificantes. Estas bacterias colonizarán todos los recovecos de la roca poco a poco y al día siguiente, con suficiente tiempo para que todos los poros de la roca se hayan llenado de agua y bacterias, podremos colocarla en el acuario.
3º Retirar la roca antigua y colocar la nueva:
Con cuidado, podremos ir retirando la o las rocas del interior del acuario. Si hemos dejado a los peces en el interior del acuario durante este proceso, debemos tener mucho cuidado y revisar que en los múltiples huecos y refugios de las rocas no se haya quedado ningún pez, caracol, cangrejo u otro organismo resguardado.
Debemos tener en cuenta que, en los huecos de las rocas, así como en las zonas muertas debajo de ellas, se puede acumular mucha cantidad de suciedad y detritos, por lo que la manipulación y retirada deberemos hacerla con la mayor delicadeza posible para evitar levantar toda esa suciedad y que quede esparcida por todo el acuario.
Si tenemos posibilidad, podemos sifonar las zonas alrededor de donde se asentaban las rocas y aprovechar para retirar toda la suciedad que se hubiera podido depositar con el tiempo.
Con la roca antigua ya retirada y el sustrato acomodado y limpio podremos proceder a colocar la nueva roca, formando las estructuras deseadas y siempre asegurándonos de fijar bien las bases sobre el fondo del acuario para crear un apoyo firme a prueba de caídas.
4º Reestablecer el equipamiento:
Tras el cambio debemos volver a conectar todos los dispositivos del acuario.
Tras la manipulación de la roca, limpieza del sustrato y demás tareas es probable que, aun habiendo tenido el máximo cuidado, se haya podido levantar un poco de suciedad y materia particulada en la columna de agua. Un método bastante útil a la hora de corregir esta pequeña suciedad particulada es colocar perlón en los filtros. Si contamos con un filtro interno auxiliar podemos llenarlo de perlón y ponerlo a trabajar en el interior de la urna, únicamente como filtración mecánica para retirar todas esas partículas de polvo. Si no contamos con él, podemos poner perlón en el filtro que tengamos, siempre recordando que este material debe retirarse del filtro una vez cumplida su misión, que es retirar la turbidez generada por el polvo.
Uno de los filtros que solemos utilizar nosotros para este cometido es el filtro Optimus, que cuenta con una buena potencia y un cartucho lo suficientemente grande para llenarlo con perlón y filtrar todas las micropartículas en suspensión, además, bastante cómodo de cambiar sin necesidad de sacarlo del agua.
5º Acondicionar el acuario tras el cambio:
Esto se hace especialmente importante si se han sustituido rocas antiguas por rocas muertas sin ciclar. En este caso debemos saber que hemos retirado una gran cantidad de bacterias nitrificantes del sistema debilitando el filtro biológico, por lo tanto, nuestro acuario corre el riesgo de sufrir peligrosos picos de amoniaco y nitritos. Para reponer esa colonia bacteriana perdida se recomienda añadir productos concentrados de bacterias nitrificantes comerciales, para reforzar ese filtro biológico y que todo el sistema consiga su equilibrio habitual.
Como siempre solemos recomendar, también se puede reducir el estrés que hayan podido pasar los habitantes del acuario durante el proceso, utilizando acondicionadores de agua que protejan sus mucosas y reduzcan el estrés oxidativo en su organismo, como por ejemplo Voogle de Easy Life.
Por último, siempre cabe la posibilidad de que tras el cambio se produzcan desbalances en la cantidad de nutrientes del medio y con ellos el brote de plagas indeseadas como los odiados y temidos dinoflagelados. Una buena opción para reducir la probabilidad de aparición de esta plaga es reforzar la microfauna del acuario introduciendo organismos como copépodos, consumidores naturales de estos pequeños dinoflagelados.
6º Controlar los parámetros tras el cambio:
Tras cualquier cambio en el acuario, por cuidadoso que sea, siempre debemos monitorizar en la medida de lo posible el estado de nuestro sistema durante los días siguientes. En este caso, como el cambio afecta directamente a parte del filtro biológico natural del acuario debemos monitorizar el amoniaco, nitritos y nitratos principalmente, y actuar en consecuencia en caso de ser necesario, ya sea con cambios de agua, más refuerzo de la colonia bacteriana, por ejemplo, con productos que contengan bacterias nitrificantes como EasyStart de Easy Life, con acondicionadores de agua que ayuden a reducir los picos de amoniaco y/o nitritos, y todas las medidas necesarias hasta que se vuelva a estabilizar el sistema.
7º Introducción de los peces (opcional):
Este paso se realiza en caso de haber sacado a los peces del acuario para realizar el cambio. Obviamente cuando los vayamos a introducir de nuevo en el acuario, debemos hacerlo de forma controlada, aclimatándolos en la medida de lo posible a las condiciones de ese acuario y siempre una vez se haya estabilizado el sistema tras el nuevo cambio.
Con todo esto, ya tendríamos listo el cambio de roca de nuestro acuario. Aclaramos que este es uno de los métodos que proponemos para realizar el proceso de una forma segura y siempre primando el bienestar de los habitantes del acuario, aunque obviamente habrá gente que siga métodos ligeramente diferentes. Aun así, siendo el método que sea, debemos tener en cuenta que siempre debemos hacerlo sin prisas, procurando causar el menos estrés posible a los peces que se encuentren en el interior, e intentando alterar lo menos posible el ambiente. Esperamos que les haya servido de ayuda esta pequeña guía para realizar un cambio de roca en el acuario.