Microburbujas en el acuario marino – beneficios [PARTE 1]
Se les llama microburbujas a las burbujas de aire con un diámetro menor de 100 micras. En el acuario marino pueden aparecer por una bomba de agua con fugas, un skimmer de proteínas que pierda microburbujas desde el interior de su cámara de reacción, o una bomba de movimiento situada cerca de la superficie que genere un flujo mezclando agua y aire, entre otros motivos.
Las opiniones de la presencia de estas microburbujas en el interior del acuario son muy dispares, pues hay quienes opinan que estas son un completo peligro para la vida en el acuario marino y se debe evitar su presencia, y hay quienes incluso defienden su uso en la famosa técnica conocida coloquialmente como “microbubbling” o “baño de burbujas”, como método para múltiples beneficios en el acuario.
A continuación, en este primer artículo veremos los beneficios de utilizar esta técnica en los acuarios:
BENEFICIOS DE LAS MICROBURBUJAS
La aplicación de las microburbujas hace años que se lleva a cabo en el ámbito del tratamiento de aguas residuales y el mantenimiento de sistemas de producción acuícola. Las técnicas más conocidas, sobre todo en el ámbito del tratamiento de aguas residuales son las de flotación por inducción de gas (Induced Gas Flotation, IGF), la flotación por aire disuelto (Dissolved Air Flotatio, DAF) e incluso la electroflotación (EF), que consiguen una retirada de materia particulada y aceites u otros contaminantes del agua.
Estas técnicas de carácter industrial en nuestros acuarios se han ido modificando y adaptando para conseguir ciertos beneficios como los expuestos a continuación:
1º Aumentan el oxígeno disuelto en el agua
Cuanto más pequeña es una burbuja, mayor es su superficie de contacto respecto a su volumen y mayor presión parcial de gases tiene en su interior. Esto produce que el intercambio gaseoso que genera en el interior del acuario sea mucho mayor que una burbuja más grande, consiguiendo de esta forma mayor oxigenación del agua de la que se conseguiría por ejemplo con aireadores convencionales o con la propia turbulencia de agua en superficie.
Una buena concentración de oxígeno en el agua también favorece un buen potencial REDOX que va a permitir procesos de oxidación indispensables para el desarrollo de vida en el acuario y sobre todo procesos de oxidación de sustancias en el agua, como materia orgánica disuelta, contribuyendo a tener una mejor calidad de agua.
Este aumento de oxígeno, y en general de aireación, también permite contrarrestar la acidificación paulatina del acuario por acumulación del CO2 excretado por los organismos y los procesos químicos en el interior de él. Recordemos que el CO2 es una de las especies químicas que, en nuestro acuario, junto con otras sustancias ácidas, van disminuyendo paulatinamente el pH, tendiendo a acidificar el agua. Por ello, este aporte de microburbujas y su consecuente aumento de aireación, puede ayudar a contrarrestar las oscilaciones de pH manteniéndolo estable.
3º Eliminan contaminantes y limpian el agua
Las microburbujas en el acuario también han demostrado actuar del mismo modo que hace un skimmer de proteínas, atrapando en su superficie y arrastrando ciertos compuestos de desecho con ellas y eliminándolas del sistema, siempre que se tenga una circulación eficiente que transporte dichas sustancias hacia los filtros, para su posterior retirada definitiva del acuario.
Como se ha explicado anteriormente, existen diversas técnicas que se apoyan en la producción de microburbujas y son muy utilizadas en diferentes sectores para eliminar contaminantes orgánicos como tintes que se hayan podido utilizar para el tratamiento de alguna enfermedad (azul de metileno, por ejemplo), fenoles disueltos, aceites, e incluso para la disminución de la cantidad de bacterias y microalgas que quedan adheridas a estas microburbujas y son sacadas del sistema (Fukami et al., 2021).
La aplicación de las microburbujas en el acuario, si se realiza de una forma correcta, puede proporcionar a nuestro sistema los beneficios citados de estas técnicas tan utilizadas en otros ámbitos.
4º Clarifican el agua
Otro beneficio que deriva del anterior es la claridad que aportan al agua un tiempo después de su aplicación. Aunque no hay datos experimentales sólidos sobre este tema, diversos testimonios y experiencias de personas aficionadas a esta técnica en sus acuarios afirman disfrutar de un agua más cristalina tras la aplicación de las microburbujas. Esto puede explicarse si tenemos en cuenta el efecto “skimmer” de estas microburbujas, que oxidan parte de materia orgánica disuelta y además retiran parte de materia orgánica particulada del medio, consiguiendo un agua mucho más limpia y transparente.
Este efecto, obviamente, se consigue después de haber cesado la adición de microburbujas y que estas hayan realizado su función y desaparecido por completo del medio, por lo que el efecto no es inmediato.
5º Favorecen el crecimiento coralino
Como el caso anterior, no existen datos concluyentes ni experimentos sólidos que demuestren la implicación directa de estas microburbujas en un mejor crecimiento coralino. Sin embargo, múltiples testimonios y experiencias previas en acuarios apuntan a un mejor desarrollo de los corales tras la aplicación de esta técnica.
Ciertos argumentos defienden que estas microburbujas generan un exceso de mucus en ciertos corales que al desprenderse de ellos con el tiempo contribuyen a una “limpieza” de los tejidos de estos y con ella a la retirada de bacterias y organismos potencialmente patógenos que se van acumulando en sus cuerpos, aumentando su salud y disminuyendo el riesgo de futuras infecciones y enfermedades como el RTN (Rapid Tissue Necrosis o la enfermedad de la necrosis rápida del coral, traducida literalmente).
Siendo pragmáticos y objetivos, sin haber estudios ni datos concretos sobre esta implicación directa, desde una experiencia y opinión personal podemos decir que quizás esta mejora en el crecimiento no esté directamente relacionada solo con esas microburbujas y la estimulación de producción de mucus, sino con los beneficios que conllevan estas, como el mantenimiento de una mejor calidad del agua gracias a la retirada de contaminantes (entre otros, posiblemente, sustancias químicas inhibidoras que secretan otros corales como parte de su “guerra química”), y un mantenimiento estable de pH, consiguiendo unas condiciones de estabilidad química óptimas en el acuario.
De ser cierta esa estimulación en la producción de mucus, debemos saber que esta sustancia la secretan los corales con fines de protección frente a patógenos, limpieza de suciedad en sus tejidos y además alimentación, por lo que no se debería estimular esta producción y posterior retirada de mucus durante las horas en las que los corales se alimentan con estas técnicas (hay ciertos corales cuyo método predominante de “caza” de alimento es este mucus), y por lo tanto la aplicación de las microburbujas debería realizarse en periodos en los que los corales no estén llevando a cabo esta tarea, para evitar así arrebatarles su principal herramienta de alimentación.
Dicho esto, y como conclusión, es evidente el constante avance en los conocimientos sobre acuariofilia y el mantenimiento de acuarios, que muchas veces se nutre de ciencias más experimentales y aplicaciones industriales para obtener los mismos beneficios en un sistema cerrado, como en este caso la técnica de la inyección de microburbujas. Sin embargo, como siempre decimos, los acuarios son pequeños ecosistemas cada uno con un funcionamiento diferente, por lo que siempre recomendamos mantener bajo vigilancia dicho sistema en el momento en el que aplicamos algún método nuevo, pues cada acuario puede responder de forma distinta a distintos factores.
BIBLIOGRAFÍA
Fukami, K., Oogi, T., Motomura, K., Morita, T., Sakamoto, M., & Hata, T. (2021). Effective Purification of Eutrophic Wastewater from the Beverage Industry by Microbubbles. Water, 13(24), 3661.