Qué algas utilizar en un refugio
Los refugios de algas son una de las alternativas más económicas y eficaces a la hora de mantener los niveles de nutrientes controlados en un acuario marino, sobre todo nitratos y fosfatos. Tal es el interés de la gente por ellos y su efectividad en los acuarios, que consideramos indispensable hacer un artículo hablando del funcionamiento y los tipos de éstos en números anteriores de la revista, que podrán ver aquí si aún no saben cómo funcionan estos sistemas.
Sin embargo, si anteriormente nos centramos en los tipos que existen, las virtudes de éstos, su mantenimiento y los accesorios necesarios para crear el refugio, hoy queremos hablarles más detalladamente de qué tipo de algas podemos utilizar en ellos, sus ventajas, sus inconvenientes y cuál de ellas son las que podrán traer mejores resultados.
Cómo potenciar el funcionamiento del refugio
Lo primordial, dado que estamos beneficiándonos de las virtudes de un organismo fotosintético, es suministrarle una buena fuente de luz. La gran mayoría de las macroalgas funcionan muy bien con un espectro lumínico de 5,000K-10,000K (grados Kelvin), aunque aquí no nos gusta liar con esta forma de “medir la luz”, pues realmente utilizamos el espectro lumínico óptimo que las plantas y algas absorben para realizar la fotosíntesis, el conocido como PUR (Photosynthetically usable radiation). Dentro de este PUR los colores que más activan la fotosíntesis y por ende el metabolismo y crecimiento de las algas es el rojo y el azul, y por eso uno de los tipos de luces más adecuadas para estos sistemas son las luces led RGB (Red, Green and Blue), que además proporcionan luz verde que las algas no absorben (realmente la reflejan y por eso la mayoría de plantas y vegetales los vemos de este color), pero que nos permitirá observarlas con todo su esplendor, al igual que a la microfauna que prolifera entre las mismas, lo cual es muy entretenido de ver. Las lámparas led NANO RGB, son ideales para colocar en sumps y refugios gracias a su pequeño tamaño y su versátil cuello flexible, además gracias a su espectro lumínico dan excelentes resultados, son de bajo costo, su consumo es muy bajo y tienen una vida útil muy larga.
Otro de los factores importante a la hora de mantener organismos fotosintéticos son los micronutrientes. En este caso las algas lo tendrán a plena disposición pues principalmente absorberán los nitratos y fosfatos, principal motivo por el que las usamos como controladoras de nutrientes, pero hay ciertos elementos limitantes como el hierro, que podemos aportarles para potenciar su crecimiento y aumentar su tasa de absorción. Existen algunos productos como FERRO de Easy Life, que además de a las algas del refugio, también beneficiará a los corales fotosintéticos de nuestro acuario, aportándoles ese mismo elemento que necesitan también sus zooxantelas.
A continuación, hablaremos de varias especies que suelen utilizarse en los refugios, y empezaremos desde las más adecuadas o ideales hasta las más problemáticas, pero de las que son necesarias hablar pues se pueden encontrar como alternativas en muchas tiendas.
Posibilidad de algas para un refugio
Ulva sp.
Conocidas como “lechugas de mar” las algas del género Ulva pertenecen a la clase Chlorophyta, es decir, algas verdes. Su talo (o cuerpo) es plano, verde y ligeramente translúcido, lo que la asemeja a un trozo de plástico desgastado. Estas algas crecen sin fijarse a ningún sustrato, es decir son “flotantes” o de vida libre, lo que las hace ideales para introducirlas tanto en un refugio en el sump como en un reactor de algas.
Esta especie prolifera muy bien en las zonas intermareales, lo que quiere decir que aguanta muy bien las fluctuaciones de parámetros de agua, salinidad y luz, lo que la hace muy resistente, necesitando poca luz en el acuario y pocos cuidados. Además, es muy común verlas por toda la franja litoral donde hay mucho tránsito de gente (normalmente bañistas), pues es muy buena absorbiendo los nutrientes y compuestos nitrogenados de origen antropogénico (los desechos de los bañistas) y prolifera en esos tipos de ambientes.
Otra de sus grandes ventajas es que ¡a los peces le chiflan! Dado que es un alga de crecimiento rápido, su cosechado es muy sencillo, y puedes alimentar a tus peces con el excedente de ésta, pues ciertas especies como cirujanos se vuelven locos por ella.
Entre sus desventajas, una de las pocas (por ponerle alguna pega) es la posibilidad de que entre al acuario principal debido a que, al ser flotante, puede ser succionada por las bombas de subida de los sumps, sin embargo, esto tiene fácil solución si se coloca en una zona con un flujo de agua moderado, dentro de una cestilla tipo colador que impida que se distribuyan por todo el sump o la zona del refugio donde esté.
Chaetomorpha sp.
Dentro de este género, la más normal de encontrar en los comercios y acuarios es la especie Chaetomorpha linum. Estas algas también pertenecen a la clase de algas verdes Chlorophyta y son conocidas comúnmente como “algas espagueti” o simplemente “algas chaeto”, muy apreciadas para mantener en los refugios. Tienen un talo fino, largo y redondeado como un espagueti y crecen formando densas marañas gruesas y verdes que sirven como refugio para pequeños copépodos, anfípodos y otros invertebrados, por lo que suponen un refugio natural ideal para microfauna y alimento vivo para el acuario.
Es una de las mejores opciones para la exportación de nutrientes en un acuario, junto a Ulva, pues presenta un rápido crecimiento y una resistencia muy alta. Una intensidad lumínica moderada y unos parámetros del agua dentro de lo normal serán suficientes para mantenerla en cualquier refugio, donde absorberá una alta cantidad de nutrientes del medio. Es preferible colocarlas en una zona con flujo de agua bueno para garantizar que ésta atraviese bien toda la maraña de filamentos que conforman el alga.
Por último, una de sus desventajas, al igual que Ulva, es su naturaleza flotante pues esta alga no se ancla a ningún sustrato, por lo que se deberá mantener controlada para que no se le escape ningún filamento y pueda entrar al acuario principal, pues su aspecto no es muy atractivo. Para evitar esto, basta con mantenerla en una zona con buena circulación, pero delimitada por ejemplo en una cestilla tipo colador.
Ochtodes sp.
Ahora vamos a aportar un poco de color con un alga perteneciente a la clase Rhodophyta, es decir un alga roja, aunque este género en concreto presenta un bonito y llamativo color púrpura-azulado. Esta macroalga es también flotante, es decir no se ancla a ningún tipo de sustrato, aunque crece de forma masiva, enredando sus talos alargados con ramificaciones, creando una masa de “ramas” compactas. Debido a su atractivo aspecto mucha gente opta por utilizarla como especie ornamental dentro del acuario, pero es igualmente ideal para colocar en refugios en sumps.
Como las anteriores, es una muy buena opción para exportar nutrientes del acuario pues tiene un crecimiento moderado y es muy resistente. Aunque se mantiene muy bien con intensidades lumínicas medias, prefiere intensidades más altas de luz, que además potenciarán sus espectaculares colores. Al crecer de manera masiva y cespitosa, prefiere corrientes de agua fuertes, que puedan oxigenarla bien.
Al igual que Chaetomorpha, la forma masiva y enmarañada en la que crecen hace que este tipo de algas sea un refugio natural ideal para pequeños crustáceos, copépodos, anfípodos y otros invertebrados, lo que la convierte en una “despensa” de alimento vivo.
Una de sus desventajas es que puede resultar un tanto complicada de encontrar en los comercios, pues no es de las más famosas y utilizadas, pero una vez te hagas con ella y la instales en el refugio, la búsqueda habrá valido la pena.
Hypnea sp.
Este es otro tipo de algas perteneciente a la clase Rhodophyta, es decir, un alga roja, como la anterior. Sin embargo, este género presenta talos alargados y carnosos con ramificaciones, que le dan un aspecto espinoso y turgente, creando una maraña de “ramas” pero menos colorida y bonita que Ochtodes. Al igual que ésta, crece sin fijarse a ningún tipo de sustrato y es ideal para refugios de sump y necesita un flujo de agua medio. Es muy parecida a Gracilaria sp., alga muy apreciada por su alto contenido en agar muy utilizado en industria alimenticia y farmacéutica.
Se considera un alga “carragenófita” porque produce carragenatos o carragenanos, unos polisacáridos (azúcares) con multitud de propiedades beneficiosas y además apetecibles para muchos peces, que también se benefician de estos compuestos al incluirlos en su dieta.
Tiene un crecimiento bastante rápido en acuarios con unas condiciones de agua buenas, y aunque se desarrollan bien con luz moderada, prefiere luz más intensa lo que ayudará a que tenga un mayor crecimiento y tasa de absorción de nutrientes.
Halimeda spp.
El alga cactus, como la llaman comúnmente es una Chlorophyta, es decir un alga verde. Su color es verdoso-amarillento y resulta inconfundible gracias a la forma de sus “ramas”, que crecen verticalmente y están formadas por una sucesión de segmentos planos y redondos que le dan un aspecto similar a una tunera, que pueden llegar a crecer hasta los 20 cm de alto.
Esta especie normalmente se encuentra en el mar en zonas de poca corriente y suele tener tendencia esciáfila. Esto quiere decir que es una especie que prefiere zonas de penumbra, por lo que en un refugio sus requerimientos lumínicos serán bajos.
Entre sus ventajas se encuentra la gran resistencia que tiene este género y la adaptación a los distintos parámetros del agua y su buena tasa de absorción de nutrientes. De hecho, la capacidad que tiene de anclarse fuertemente a las rocas y su curioso aspecto le han servido para que muchos acuariófilos la mantengan en el mismo acuario, a modo decorativo.
Entre sus desventajas, quizás la más notable sea su naturaleza calcárea. Las especies del género Halimeda sintetizan carbonato cálcico y lo acumulan en su organismo y estructuras, por lo que retiran carbonatos, calcio y magnesio de la columna de agua, lo que contribuye a bajar el KH del acuario, indispensable para organismos como los corales.
*Curiosidad: Al Hablar de esta especie, no podía dejar de compartir este pequeño dato curioso con ustedes, y es que ¿sabían que hay un pez capaz de adoptar la forma y coloración de esta alga para mimetizarse con su entorno? Se trata del pez pipa fantasma Halimeda (Solenostomus halimeda), del orden de los signátidos, como los famosos y apreciados caballitos de mar.
Caulerpa sp.
Este género de algas perteneciente también a la clase Chlorophyta presenta una amplia variedad de especies utilizadas en acuarios, sin embargo, su utilización o no en un refugio de algas genera cierta controversia, y de ahí que la hayamos puesto en el último lugar de la lista, pues si hay alternativas a cualquiera de este tipo de algas, preferiría no ponerla en el acuario. Veamos por qué.
Todas las especies de Caulerpa son de crecimiento rápido, especialmente la C. mexicana y C. taxifolia, y generalmente resistentes y con requerimientos de luz moderados. Además, son especialistas en proliferar en ambientes con niveles no muy altos de nutrientes y tienen una capacidad de colonización muy grande, a veces incluso peligrosa.
El rápido crecimiento de estas algas hace que sea necesario realizar un control o “poda” regularmente, ya que si se deja crecer descontroladamente puede generar plagas e incluso producir compuestos metabólicos secundarios que puedan resultar perjudiciales. De hecho, existe una toxina llamada “caulerpenina” muy tóxica, que genera sobre todo la especie C. taxifolia y que está poniendo en jaque a las poblaciones de peces algívoros de las zonas que están invadiendo estas especies foráneas, pues aunque en su hábitat natural los peces están adaptados a este método de defensa de las Caulerpas y son capaces de comérselas y controlar su población, en zonas donde su presencia es nueva, los peces locales se encuentran indefensos contra esta toxina producida por estas algas, por lo que no se las comen, permitiendo la proliferación y crecimiento masivo de esta especie invasora.
Aparte de lo anterior, otra de las desventajas es su enorme capacidad de regeneración, que le permite colonizar ambientes con una rapidez pasmosa. Además, también es capaz de reproducirse sexualmente, y esto normalmente lo hace cuando el ambiente no cuenta con los suficientes nutrientes para sustentar su crecimiento vegetativo, lo cual no es extraño pues puede agotar estos nutrientes con gran rapidez en el medio debido a su rápido crecimiento. De nuevo, si alguna especie de Caulerpa se reproduce sexualmente en el refugio, puede llegar a colonizar todo el acuario formando una plaga e incluso puede llegar a matar a corales, como es habitual con C. racemosa.
De hecho, tal es su capacidad de colonización e invasión que en muchos países han prohibido su venta y distribución por considerarlas especies invasoras. Por lo general, fuera de su hábitat natural todas las especies de Caulerpa se consideran invasoras y peligrosas, y el caso más grave y cercano lo tenemos en las aguas del Mar Mediterráneo donde C. taxifolia, especialmente tóxica, ha invadido las aguas haciendo peligrar a las especies locales de algas y sebadales, que son esos ecosistemas en miniatura formados por praderas de Posidonia marina, de un valor incalculable y con una importancia grandísima en el funcionamiento del ecosistema marino.
Por todo esto, como nuestra responsabilidad es fomentar una tenencia ética y responsable de los organismos dentro del hobby de la acuariofilia marina, desaconsejamos totalmente el uso de este género de macroalgas en cualquier acuario, pues consideramos que hay opciones iguales o más efectivas y con muchos menos riesgos tanto para nuestros peces como para nuestro ecosistema.